Mejores encuentros con la naturaleza
¿Podrás estar más emocionado?

Al suroeste de Bolivia, en el departamento de Potosí, se encuentra el Salar de Uyuni, un desierto salino tan amplio que puede verse desde el espacio.

Caminar en medio de la nada. A veces sobre un suelo pálido e interminable y otras sobre las nubes. El blanco infinito bajo los pies solo se interrumpe cuando arremete contra el azul del cielo, en la lejanía de un horizonte inacabable y continuo. En este magnífico sitio, se encuentran también los extensos terrenos de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, un área protegida que combina increíbles fenómenos del universo que habitamos.

El Salar de Uyuni es una de las maravillas naturales más sobrecogedoras del planeta.
En pocos lugares del mundo se puede sentir mejor la grandeza de la naturaleza. Sentimientos que invaden al visitante deslumbrado por ese panorama interminable blanco es el de una inmensa soledad.

 

 

No hay árbol recio ni consistente, sino aquel que el viento azota con frecuencia. Una descripción perfecta para uno de los lugares más áridos del planeta, un desierto caracterizado por tener fuertes vientos y poseer formaciones de rocas volcánicas muy interesantes en sus diversas formas como el Árbol de Piedra, formado por el poder de las brisas, como muchos fenómenos extraordinarios en el lugar.

La Laguna Colorada, un lugar que reúne las características de ser alucinante, hermosa y única. Verla por primera vez es una sensación tan asombrosa que hasta las lágrimas quedan paralizadas. Vista de muchos flamencos justo cerca, pero ¿por qué hay tantos flamencos en este sitio?, los flamencos necesitan espacios de agua salada extensos, pero de poca profundidad, su alimentación se debe a las algas, así que las lagunas son perfectas para cada uno de ellos.

 

 

 

Su nombre hace alusión a los variados rojizos de sus aguas, que dependen de las condiciones climáticas y la acumulación de minerales dentro de la misma, estas varían entre rosa, rojo y marrón y se deben en su mayoría a los pigmentos de las algas que allí habitan, mismas que son alimento para los flamencos, logrando que esta laguna sea la mejor para ellos morar.

Además de miles de flamencos en la zona de las lagunas, se observan otras especies de aves, entre ellas las gaviotas en busca de descanso, el zorro andino, que combina perfecto con los horizontes de la Reserva Nacional Eduardo Avaroa. Así mismo, las vizcachas, llamas y vicuñas animales que son frecuentes en los Andes.

Y por supuesto como no admirar las distintas formaciones rojizas que dominan el paisaje de Tupiza un sitio que se encuentra casi con la Frontera de Argentina, posee lugares increíbles como Palala y el Sillar convertidos en un singular Valle Lunar, cuya secuencia de filones de distintas figuras consolidan estructuras de descanso majestuoso.

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